Mascarilla-19 se ha convertido en un icono de la lucha contra la violencia de género. En Canarias y en muchos otros lugares de España y del mundo a donde llegó y se implantó con eficacia. Un protocolo que surgió de un día para otro, ante la emergencia, la necesidad de asistir a las mujeres que pudieran ser víctimas de malos tratos, durante el confinamiento en sus hogares o en las calles solitarias, y que se ha convertido en un recurso más, que se suma a los ya existentes para alertar sobre cualquier caso de violencia de género, más allá del periodo que duró el estado de alarma. Un mecanismo impulsado por el ICI para facilitar que las mujeres que estaban siendo agredidas o amenazadas en su hogar o en la calle, pudieran pedir auxilio en las farmacias, un lugar seguro donde acudir, encontrar comprensión, calma y activar los servicios de emergencia o atención inmediata que fueran necesarios.
Y nuestra mascarilla canaria dio la vuelta al mundo, se implementó primero en más de 16.000 farmacias españolas y luego rebasó las fronteras y visitó países de diferentes continentes.
Pasado alrededor de medio año desde su llegada, tocaba hacer análisis, intercambiar experiencias y valorar su ampliación. Con este objetivo la pasada semana, la directora del Instituto Canario de Igualdad (ICI) Kika Fumero, mantuvo un encuentro con distintas responsables de latinoamérica: Carolina Varsky, subsecretaria de Programas Especiales Contra las Violencias por Razones de Género, Edurne Cárdenas, directora general de Relaciones Institucionales en Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, ambas de Argentina; Diana Carolina Cano, secretaria de la Mujer, alcaldía de Popayán, en Colombia y Claudia Urrejola, asesora de Gabinete Subsecretaria del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género de Chile.
“Una de las conclusiones más importantes -contaba la directora tras el encuentro- es que se ha creado mayor conciencia social sobre la violencia de género, Mascarilla-19 ha permitido que la violencia de género sea en menor medida un problema privado, de puertas adentro, y pase a ser un problema colectivo cuya erradicación depende de todas las personas”
Según los datos facilitados en esta reunión, en la actualidad, 16.000 farmacias españolas (770 en Canarias), 1.900 chilenas, 12.000 argentinas y 50 del municipio de Popoyán, en Colombia, se han adherido a este protocolo que nació en las Islas en el primer fin de semana que se decretara el confinamiento.
“La población habla ahora de violencia de género y hay mayor sensibilización, se habla, se reflexiona, se debate. No se señala a quien la recibe sino a quien la comete, la violencia es la que está siendo estigmatizada”.
– Directora del ICI, Kika Fumero –
Pero además de un recurso, decir su nombre, visibilizar su imagen en cualquier formato, es una fórmula de expresar la unión colectiva y el rechazo unánime y frontal a los maltratadores. Una apuesta firme por estar al lado de las mujeres que están pasando o han pasado por estas situaciones, una manera de decirles nuevamente a ellas y a sus maltratadores que no están solas y que la sociedad está de su parte.
Diferentes carteles Internacionales del recurso mascarilla-19